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Dumas Oroño

· junio 2, 2022 · Arte ·

Dumas Oroño nació en Tacuarembó el 30 de Octubre de 1921.

Fue un artísta plástico, gestor cultural y docente. Su obra consistió en pintura, escultura, grabado, cerámica, muralismo, diseño de joyas, vitrales, xilografía y más. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Montevideo y luego ingresa a la Escuela del Sur, Taller Torres García.

Se trasladó a San José donde funda el Museo de Artes Plásticas.

Trabajó en el Taller de Cecilia Marcovich en Buenos Aires.

Fundó la Comisión de apoyo al Museo organizó actividades como los «sábados culturales» para alumnos y vecinos, que hacía en su propio taller con José Pedro Díaz y Victor Leites, entre todos.

Niño / Serie «Recolectores»

INICIOS

«Empecé a trabajar con materiales pobres: trapos viejos, palitos, arena y resinas sintéticas». Declara. «Salía a caminar por las polvorosas calles de Tacuarembó, miraba los viejos muros carcomidos; las viejas casas con sus revoques remendados; y las puertas con antiguas capas de pintura reseca… Era el tiempo detenido, objetivado.»

De ahí surgieron como fantasmas en cartón, trapos y arenas, el recuerdo de una vida junto a su madre.

Los temas son paisajes urbanos esquemáticos evocados. Las imágenes pueden ser de cualquier ciudad de nuestro país, son el perfil de un barrio tranquilo. Me recuerdan a los poemas de Machado, Neruda o Alberti.

Se trata de un tiempo de nuestro suelo y de nuestra gente. Su color ocre, pardo, tostado, va dejando lugar irá a blancos, azules y rojos, a veces casi agresivos. Comienza lo que llamará «la antipintura».

Hombre azul / Serie «Tierras de la Memoria»

TRAYECTORIA

Viaja a países sudamericanos y a Europa.

Luego irá a Estados Unidos de Norte América y a México. Lugares donde realiza exposiciones de gran éxito.

A Europa va con sus amigos del TTG, Augusto Torres, Elsa Andrada y Horacio Torres.

Sus paisajes no dejan de vista el signo, el esquema, el ajustado lenguaje de los símbolos torresgarcianos.

Luego entrará en un período onírico muy personal que hace que sus obras sean reconocidas a simple vista, no porque sean soñadas, sino por la calidad que representan y la novedad que nos atrapa. Sus retratos llenos de energía, como casi todo su trabajo, lo hacen único en la plástica nacional.

Dumas Oroño desafía la memoria que tanto lo acompañó en sus primeras actuaciones y se larga a una creación propia: logra así su libertad interior plena.

Para este artista el espacio es trascendente, ahuecados, blancos que dejan mucho al espectador. Es el tema de la luz, de la soledad, la desolación, que luego llenará con azules, amarillos grises, que parecen flotar, pero que dan una dimensión extraordinaria a su obra.

Caballos, hombres, objetos, paisajes tienen un trazo seguro que imprime su fortaleza sin empastes.

Sus series: «Recolectores», «Recolectores», «Las antipinturas», «Relieves y estratifiaciones» son las que llenan sus horas además de la docencia.

Escribió libros para Expresión Infantil y Adolescente, además de Cuadernos pedagógicos para maestros y maestras sobre el arte y la importancia en la formación cultural de quienes consideraba debían aprender varias formas del lenguaje.

Huella / Serie «La destrucción del paisaje»

TRASCENDENCIA

Además de lo escrito debo mencionar que obtuvo premios de distintos Ministerios uruguayos. El hecho de dedicarse a decorar calabazas y mates obtuvo reconocimientos en el BID. El gran aporte dentro de su actividad han sido los murales con o sin color, algunos con rehundidos o en varios planos.

Participa de bienales en Chile; en la 5ta Bienal de San Paulo, en Cuba y en la Bienal de Venecia.

Obtuvo el Premio Figari, máximo garadón que se da en nuestro país.

Su arte se encuentra en muchos países de América y Europa, pero podemos disfrutarlos en edificios de Punta del Este.

La ausencia humana en en su espacio, que fue poblando de asombrosas células que flotan, significan para el el artista la expresión y valoración de la soledad o la incertidumbre del hombre en el universo de la soledad o la incertidumbre del hombre del iniverso o en su destino terrestre de cualquier lugar del planeta.

Según Vernazza, «Dumas sigue huellas de sus propias conquistas y las va adosando a sus nuevas creaciones. Va directamente a un expresionismo sensible con lenguaje propio.»