Un amigo le aconsejó que ingresara al Taller de Norman Botril.
Carmen Vilar es una artista que nació y se crió en José Ignacio, estudió en San Carlos y luego en Montevideo.
Como muchas soñaba desde niña con ser pintora. Su padre quería que fuera arquitecta, pero ella traía en su interior el anhelo de estudiar arte.
Así que empezó arquitectura y luego Bellas Artes. Los horarios coincidían. Empezó Ciencias de la Comunicación. Así llegó a Técnica Universitaria en Museología.
INICIOS
Enfermó y se puso a pintar en las famosas hojas caballito, con marcadores y rapidograf recargables. Usó tinta china todo lo que había vivido de pequeña: mar, peces, el faro… fueron trabajos en blanco y negro.
Ahí empezó a emplear el acrílico y luego la tinta sobre él mismo.
El Taller Norman le dio las herramientas técnicas para seguir haciendo lo que deseaba.
“Ahì me di cuenta que mis dibujos planos, sencillos, como de niño, muy coloridos y con trabajo de tramas de diferentes grosores era lo que me gustaba hacer.” me dice Carmen.
PROYECCIÓN
No dejó más de pintar.
En el Taller Poco Sitio, (La Barra) trabajó años.
Estudió retrato con Daniel Cardozo.
Pero sus obras siguen siendo como al principio, coloridas, planos totalmente intuitivos: NAIF .
Su temática sigue también, el hilo del comienzo: paisajes de su vida y entorno,
Los trabajos de Carmen no son siempre luminosos y alegres, el naif es narrativo, reflexivo, filosófico. Tiene un alma profunda personal, un mensaje social.
El naif es un pintor sensual, no intelectual. Sensual en el sentido auténtico: la creación, su estímulo le viene de afuera, pero sus cuadros surgen desde dentro. Carmen tiene esa cualidad de mujer que encanta al hablar, al conocerla, al verla pintar.
TRASCENDENCIA
Participó de la Bienal de Arte de Montevideo.
En Maldonado ganó un premio en un Concurso del CEI.
Miguel Battegazore le recomendó, viendo su obra que trabajara en dimensiones de gran formato y así lo ha hecho.
Las plazas han sido uno de sus temas más aplaudidos y que encantan.
En el mes de abril de este año fue invitada a llevar sus obras a Barcelona.
En junio estarà representándonos en una muestra naif mundial en Galerìa BCM de Barcelona.
Cualquier pintor que maneja la técnica podría hacer un cuadro naif, pero se descubre inmediatamente. Esa obra no tiene alma, no lleva impronta personal como los autènticos.
Dice Amparo Martí:
“Es interesante saber que en el mundo entero, culto y no tan culto, rico o pobre, existen pintores primitivos iguales de espíritu y manera de ser con creaciones extraordinarias.”