Mónica Barro es una artista plástica que nació en Argentina, pero que está radicada en Maldonado desde hace veinte años. Desde que llegó con su esposo e hijos a estos lugares, dejó su carrera de doctora en medicina y se inscribió en la Escuela de Artes Plásticas y Visuales de la Dirección de Cultura.
“Lo que hago es un reciclado total, con botellas, frascos, potes, ampollas… de todos los colores que el vidrio puede ofrecer. Lo que empleo de base también es reciclado. Voy a una herrería y busco los restos de hierro, madera, que se desechan y con ellos organizo el apoyo de lo que ya he obtenido en el horno con el vidrio.”
Los vidrios o los artículos de vidrio se los traen los vecinos, amigos y todas las personas que saben que ella lo trabaja artísticamente. Desde hace diez años experimenta con diversos materiales en las clases de la Casa de la Cultura. Ha presenciado y realizado cursos en escultura, en talla de madera, de pintura, de cerámica, etc. Ha estudiado Historia del Arte.
TRAYECTORIA
A veces trabaja la arcilla y luego a esa escultura le agrega trozos de vidrio, que irá nuevamente al horno a temperaturas más elevadas, obteniendo así un ensamble de color y materia muy refinado. Siempre está dispuesta a investigar y conseguir nuevas piezas que va incorporando a su hacer y recrear, logrando una perfección artística que logra despertar interés en quien la observa. Ha realizado Muestras individuales y colectivas. Su intervención en murales colectivos la han llevado a Niteroi (Brasil), a Paso de los Libres y a Buenos Aires (Argentina). Ha logrado premios y menciones como los que obtuvo en la X Feria Internacional de Arte de Buenos Aires, por la obra “Vida Interna” en junio 2012. Recibió una mención especial en Arte Punta 2013 por la obra “Prana”, una escultura en vidrio sobre base de hierro, que es absolutamente abstracta, el conjunto atrae y da lugar a que cada uno de los que frente a ella esté o se detenga, se figure un mundo de fantasía y de interioridad muy rico e impregnado de una belleza interior que atrapa.
PROYECCION
El vidrio es uno de los materiales que transmite la luz de una manera especial y en sus obras, que están muy bien estructuradas, esto se aprecia especialmente. Mónica Barro ha logrado esculturas que le permiten expresar esa espiritualidad y belleza, sin búsqueda de perfecciones ex -profeso, ni condicionamientos. Trabaja incansablemente poniendo toda su concentración en lo que está creando, por tanto sus manifestaciones más íntimas afloran a sus manos en forma tal que logra manifestar lo que su espíritu siente en ese momento único de la representatividad. En el proceso de calor a que somete sus obras obtiene piezas únicas, etéreas. El fuego embellece la creación, la cambia. El dominio de tonos que emplea esta artista son el azul, el gris, el verde, y por supuesto el transparente. Los egipcios empleaban la técnica de fusionar vidrios y nos han legado su silencioso mensaje de la importancia que tiene esta forma de arte. Si bien fueron los fenicios quienes descubrieron el vidrio, las maravillas la hicieron los egipcios, quienes comenzaron a trabajarlo por parte de sus artesanos y artistas. Las esculturas de Mónica, además de ser de una elaboración artística que dejan mucho para el espectador, tienen la ventaja del juego con la luz. Tendrán así, de acuerdo al lugar desde donde les llegue un haz de luz natural o artificial, una infinidad de mensajes para deleitarnos.
Por eso los comentarios de las personas sobre su obra le hacen sentir viva y siempre que crea, sigue explorando.