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Alfredo Ghierra

· junio 2, 2022 · Arte ·

Alfredo Ghierra es un creador multidisciplinario.

 Nació en Montevideo en 1968.

Sus  obras  son prácticamente un ejercicio continuo  de emplear el  lápiz y la  tinta.  Trabaja sobre todo el dibujo con grafito,  el arte digital, la animación  y el ensamble de objetos, óleo y fotografía.

Como artista casi en su totalidad,  siempre su objetivo es Montevideo, aunque aparezcan en sus obras edificios de otras ciudades, de otros lugares. 

Es director de arte para el medio audiovisual.

Sus campañas perfomáticas, como el personaje de Ghierra Intendente, han unido arte y política en un colectivo de personas que trabajan por la ciudad.

INICIOS

“El arte siempre estuvo presente en mi vida -nos dice-” de niño jugaba a armar museos, ciudades, con libros de la biblioteca de mi casa, con cajas de medicamentos, de perfumes y de pasta de dientes.”

“Luego un poco mayor fabriqué mis cúpulas con cartulina y las pintaba.”

Estudió Arquitectura y Bellas Artes, que dejó por el camino. María Freire, integrante de su familia, le dio el contacto con críticos de arte,  y comienza así sus exposiciones.

En su adolescencia caminaba por las calles montevideanas y siempre le parecieron en  blanco y negro.

Estuvo en San Pablo y le pareció una urbe triste a pesar de ser la gran ciudad del sur en América. Hasta que hizo de amigos. Ahí la ciudad tomó otro color y otro sentimiento.

Vivió doce años  en Bulgaria y luego recorrió el resto de Europa. Sofía (capital de Bulgaria),  le parecía mucho a los colores que imaginaba  y llevaba dentro de su Montevideo. 

TRAYECTORIA

Al regresar a nuestro país, vio la cantidad de obras que se realizaban y cómo destruían  viejas casonas, hermosas, con rejas que eran una obra de arte en sí mismas, balcones enjardinados. La tristeza fue muy grande.

Ahí comienza a pensar en la importancia de la sustentabilidad del lado urbano. Según este artista la sustentabilidad es la capacidad que tiene la sociedad para hacer uso consciente y responsable de sus recursos, sin agotarlos o exceder su capacidad de renovación, y sin comprometer el acceso a estos por parte de las generaciones futuras.

Por eso le preocupa tener una unidad entre naturaleza y obra material.

Su objetivo plasmado en todas sus obras  es hacer sustentable Montevideo y su arquitectura, sobre todo la patrimonial.

El primer paso es dejar de destruir, valorar la historia de cada lugar y elevar su potencial. 

Aprendió visitando Italia la belleza de Venecia, por ejemplo, pero le pareció una ciudad solo para turistas y no valorada en su dimensión histórica.

De todos los lugares visitados tomó notas, apuntes en grafito y tinta, por eso su obra es inconmensurable.

Sus ciudades tienen algo de ensoñación y aunque no veas a la gente en ellas, puedes pensarlas, crear historias de sus vidas. Por eso dice: “Yo te entrego un mundo quieto y terminado en el que cada observador pone sus personajes y armas la historia que más te guste.”

Sus trabajos son intemporales, por eso dan lugar al soñar.

Es como si al mirar sus obras nos ponemos a leer los espacios pintados  y nos volvemos un poco artistas también. 

Sus barcos, sus rascacielos nos pueden llevar a palacios de ensueño, o los dirigibles o globos vencen la ley de la  gravedad. Pero puedes idear un viaje en ellos.

TRASCENDENCIA

El Montevideo del futuro para Ghierra  es que cada habitante de la ciudad se sienta orgulloso y la ame. Hoy la gente está distraída. No la està mirando. Serìa importante detenerse y establecer un contacto visual distinto,  pensando en un futuro de color, con la  certeza de cambiar el oscuro.

Realiza exposiciones personales y colectivas.

Uno de los proyectos, el llamado Ghierra Intendente, fue una exposición  que realizó con un grupo de artistas, con arquitectos y fotógrafos que plantearon la problemática de la ciudad, dando soluciones para la misma.

Apuntaban tres aspectos: la arquitectura, la comunicación visual y el diseño industrial. Se llevó a cabo en el Museo de Artes Visuales.

En sus obras “El futuro es verde”, este color invade espacios y edificios.

Es difícil explicar  en su verdadera dimensión  la obra de Ghierra, pero sí estoy segura que nos lleva  a soñar, a imaginar y eso no es poca cosa en este mundo donde estamos tan distantes unos de otros.