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Ana Baxter

· septiembre 26, 2016 · Arte , Pintura ·

Ana Baxter me ha acompañado gran parte de mi vida. Es una persona especial. Apoyó mis trabajos de maestra en la Escuela 5 de Punta del Este. Llevando a mis alumnos a su taller en aula expandida fuera del horario de clases. Obtuvimos entusiasmo y premios de los alumnos. No puedo reconocer su obra sin antes decir que menciono a la amiga generosa que impartió sus conocimientos a raudales en clases que aún sus alumnos recuerdan.

Ana nació en Argentina, Buenos Aires, pero como tantas y tantos quedó embelesada con estos lugares y se radica en Pinares de Maldonado, en 1979. ¿Cómo no iba a quedarse? Si las arenas, los pinos, el arrullo del mar, si su educación fue el arte, la búsqueda de la belleza en la pintura, la escultura, el baile, la música, la poesía… Y acá en estos lugares todo eso abunda…. Se formó académicamente en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires desde 1962. Estudió grabado con Aída Carballo y escultura con Mazzitelli. Obtuvo un postgrado en literatura francesa. Ana habla francés, inglés e italiano, además del castellano materno. Estudió ballet desde muy pequeña y danza moderna.

Llegó a bailar con Jorge Donn, en: “Sueño de una noche de verano”, en el Jardín Botánico de Buenos Aires. Abrió pronto su taller de grabado, dibujo y pintura en Olivos. (Buenos Aires). Ya por ese tiempo comienza a recibir premios. “Muchas veces me he perdido por el mar, como me pierdo en el corazón de algunos niños.”

Cuando Ana se instala en su casa de Pinares, nos conocemos: Abre su taller, estudia tapiz con Lacy Duarte. Es columnista en programas radiales y televisivos con Pelusa Vera: hablan de la vida de los artistas plásticos. Dan clases de Historia del Arte en un canal de la zona que entonces se llamaba Canal 9. La vida, la docencia, el amor a los niños, qué sé yo, algo y todo quizá, nos une. Mis alumnos de la Escuela Nº5 vienen a su taller algunas tardes. ¡Absorben tanto arte!. Descubren un mundo que muchos aún tendrán atesorados esos momentos en su interior. Ana se entrega a esa docencia honoraria y tan honrosa, entrega felicidad, humor, alegría en cada clase. Pinta con todos los alumnos de la Escuela Pública de Punta del Este, un mural, con una paloma en el cielo azul. “La paz es parte de ti mismo”. Allí permanece. Sus hijos son alumnos de esa tan querida escuela Los niños obtienen premios nacionales e internacionales. La vida sigue, se dedica plenamente a su obra.Expone en forma individual en Uruguay, Argentina, Chile, Estados Unidos y Europa. Interviene en más de trescientas muestras colectivas, en América (Argentina, Uruguay, Chile, Venezuela, Costa Rica y Estados Unidos de Norteamérica). En Europa: Italia, Francia e Inglaterra. Da clases en universidades norteamericanas. Coordina mesas redondas con grandes artistas de la danza, la música y la plástica nacionales en el Museo Mazzoni de Maldonado. Integra la Comisión Pro Universidad de la República. Regional Este, y sigue haciéndolo desde el Montevideo que ahora es su hogar. Promueve continuamente eventos culturales en Maldonado. El Ministerio de Turismo la premia como gestora cultural. Ana no deja de pintar, de crear y de dar todo lo que sabe, todo lo que busca, todo lo que es: una gran mujer. Si pusiera todas sus exposiciones y muestras que ha instalado por el mundo llenaría este libro sólo con este artículo. Sólo diré que ha recibido premios y que han comprado su obra en el mundo entero. Pero los invito a ver sus trabajos en las cercanías del Mercado del Puerto de Montevideo. Dice el Buenos Aires Herald: “Ana Baxter transforma lo metafísico en imagen visual, y lo filtra a través de su naturaleza femenina, sentimental y material.” Thelia Behar. “Sus obras se ubican en un figurativo simbolista. El sabor de ese nervioso y avezado don (el del grabado) confirma su apasionado y por momentos, fogoso hacer.” Enrique Vernazza (Diario El País). “Del silencio profundo nace y crece el alma de Ana Baxter, con su neto susurro de fe y esperanza.” Marco Orsi (Mensuario delle Arti. Roma). Ana Baxter sigue en su atelier del centro montevideano, trascendiendo fronteras, vende sus obras en EEUU y en su Montevideo adopcional.

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