[blockquote] Un artista en la búsqueda de la auto-realización. [/blockquote]

Encuentro a Diego Bertorelli en Casa de la Cultura donde es docente en la Escuela de Artes Plásticas y Visuales. No lo conocía. Pero hace años que está radicado en Maldonado. Me hablaron de él, dos amigos. Pensé oportuno ir a entrevistarlo. Sentí que en realidad estaba frente a un gran creador, al comenzar a ver su obra y hablar con él.

“De mis comienzos no tengo mucha conciencia de ello, ya que siempre me recuerdo dibujando. Sé que me gustaba hacerlo. Veía a mi padre todo el día, inclinado sobre su mesa (que ahora uso yo) creando dibujo publicitario. Lo acompañaba a las imprentas y ese era un mundo especial para mí.”

Ese es el comienzo del diálogo que mantuvimos, con un artista que transmite seguridad, paz y que posee, evidentemente un mundo interior muy rico. Dibujaba, pero no lo hacía en un principio, en forma continuada. Tenía obras en lápiz y óleos que guardaba. Por referencia de un familiar comienza clases con Guillermo Fernández. Llevó esos cartones al maestro y según Diego, el docente, los miró con un poco de piedad. Dando como respuesta que iniciara otra etapa ya orientado por el artista y maestro. Su metodología fue una serie de ejercicio que duró años. No tocó un pincel hasta después de tres años. Si bien las clases eran una vez a la semana, en su casa, este joven estudiante, seguía dibujando y ampliando su técnica. Desde ese momento entendió que siempre se tiene que estar dibujando, pensando en proyectos a realizar, dedicado a ampliar los conocimientos que le llevarán a dominar distintas técnicas. Después de unos años, trabajaba en su casa y luego le llevaba al maestro para oír su opinión y hacer las correcciones. En esa época usó el pastel óleo. Un día, en el patio del taller de Fernández, encontró unas maderas y se puso a trabajar en ellas.

Leía muchos libros sobre sus temas preferidos y en especial los grandes grabadores de la historia del arte. Un día, caminando por Montevideo, ve el Club de Grabado. Entró y se quedó. “Ahí arranqué con el grabado, […] —me dice. Llevaba mis papeles, tenía una prensa para mí solo.”

Se maravillaba de la tinta, lo que podía hacer en el papel, la espera de ver la impresión terminada.

EL GRABADO

El grabado es una técnica de impresión que consiste en dibujar una imagen, paisaje, dibujo, sobre una superficie rígida llamada matriz, dejando una huella que después alojará tinta y será pasada por presión (una prensa) a papel, tela, pared…

La matriz que más usa Bertorelli es el metal o el acrílico. La técnica de grabado más antigua es la xilografía. Existen varios procedimientos: punta seca, buril, mezzo-tinta, aguafuerte, litografía, monocopia y otras.

TRAYECTORIA

El maestro le indica que ya es hora de buscar una sala para exponer. Consiguió la Cátedra Alicia Goyena. Nace así su primera exposición. Desde 1999 comenzó a enviar al Exterior sus grabados, a concursos y a exposiciones. Las invitaciones llegaban desde España, Estados Unidos de Norte América, de Dinamarca, de Francia. Recibe invitaciones para la SIART, VI Bienal de Bolivia en 2009. Luego será la 8va. Triennale de Chamalieres en Francia. En 2011 seleccionado en la Bienal de Salto en nuestro país. En el EAC (Espacio de Arte Contemporáneo) lo invitan y aceptan el Proyecto Samsa, junto a Ignacio Rodríguez (fotografía) y a Gabriel Lema. “Este proyecto Samsa, hace referencia al personaje de Kafka.

Ha tenido desde su comienzo el interés de abordar relaciones estéticas asociando el vínculo espacio-tiempo como indisoluble”. Vuelve a ser invitado para el EAC, individualmente, con el Proyecto “Multitudes”. Realiza miles de monocopias de 10 cm x 10 cm que expone cubriendo las paredes de la Sala en su totalidad. Hechas a mano cada una de ellas (del papel a la tinta, no es repetible). La monocopia da la posibilidad de ver en distintas tonalidades la obra expuesta. Acá lo espacial de la sala le dio el marco adecuado para la expresión que quería el artista. “El proyecto Multitudes propone la singularidad de la monocopia, desde su carácter irrepetible, una mirada distante a la unidad de lo masivo.” En el Centro Cultural Kavlin realiza una exposición en el marco del Encuentro Iberoamericano de la Migración y Patrimonio (UNESCO). Presenta obras de gente en movimiento.

TRASCENDENCIA

Si bien la docencia no estuvo en sus planes iniciales, desde 2006 es profesor de grabado. Concursó en la Dirección de Cultura. Ahora el entusiasmo en sus clases lo lleva a mantener una comunicación con sus alumnos interesante. Realiza Talleres cada vez que tiene oportunidad. En el año 2010 estuvo con Rimer Cardillo. En este caso el tema era el uso de la técnica Hayter (movimiento de grabadores que comenzaron a innovar en el grabado, surgido en Francia). La técnica Hayter es un entintado simultáneo por diferentes viscosidades de la tinta en distintos niveles de rodillos y profundidad de las terrazas y surcos de la chapa.

Cuando Cardillo regrese a Montevideo, donde dictará clases sobre fotograbado (técnica que permite reelaborar la foto, y digitalmente modificarla) Bertorelli llevará las fotos que ha juntado. Luego volcará a sus estudiantes para crecimiento artístico de todos. Estas instancias que dejan un conocimiento nuevo generarán, sin duda otros proyectos e impulsarán inconscientemente, puertas para explorar nuevos campos, otras situaciones, otras creaciones. Más allá de la idea de producción que Bertorelli tiene para estos años en forma individual, su espíritu generoso lo llevará a otros desafíos en equipo para multiplicar la riqueza patrimonial de Maldonado en estas áreas, de las que es un Maestro.

Diego Bertorelli. “Multitudes”