Volver

Graciela Marrero

· septiembre 27, 2016 · Arte , Pintura ·

[blockquote]Paisajes: entre realidad y fantasía.[/blockquote]

Conocí a Graciela Marrero en el momento que se presentaba con dos de sus obras, en el Segundo Salón de Artes Plásticas de la Junta Departamental de Maldonado. Estos trabajos representaban su hacer cotidiano: el paisaje y los juegos. Ganó en las dos instancias. Fue el tercer Premio adquisición en pintura con: “Paisaje de Maldonado: camino de plátanos.” Recibió una mención que le permitió estar entre las obras seleccionadas en la Exposición en el Cuartel de Blandengues con: “Juegos”.

Hoy conversamos con esta artista que nació en Maldonado y acá desarrolla su arte, como antes recogía las verduras que la tierra le daba a su familia para vender en ferias en todo el departamento.

Cuando le pregunto si desde niña pintaba, me sorprende con un “no me interesaba en esa edad el dibujo ni me atraía la pintura.” En realidad comenzó haciendo manualidades con flores secas, con lanas, sobre todo en tapicería. A partir de 2007 realiza los cursos en la Escuela de Artes Plásticas y Visuales de la Dirección de Cultura de Maldonado. Primero fue el tapiz y luego “se anima, — según me declara, — a pintar y a grabar”. Cuando egresa de estos cursos, viaja a Europa. La visita a los principales Museos del continente la ayudan a comprender la dimensión extraordinaria de los grandes plásticos universales. Regresa llena de proyectos. Comienza a usar el acrílico y sus paisajes nacen de la observación directa de lugares que elige porque la atraen profundamente. Su imaginación surge frente a un espacio, por lo general, campestre y transporta a la tela o al duraboard como una ventana de la realidad natural.

gm-geometria-ajustada

«Geometría»

PROYECCION

Si bien sus paisajes hablan de un naturalismo excepcionalmente plasmado, termina por manifestarse también otro lenguaje, en la búsqueda inconsciente de la abstracción. Esto da a su obra una mirada que la distingue y hace crecer en ella la realidad entre lo natural y lo que integra desde su arte. El color de sus obras no se independiza de la imagen realista, pero las formas adquieren una subjetivización en donde asoma el paisaje interior que da una impronta única. En el momento de crear, Marrero dice: “es tan profunda la inspiración que da un paisaje natural que te vas del mundo… te alejas, y sólo existe el paisaje y tu obra.”

También trabaja con materiales reciclados, papel, ganchos, lanas, gasas, que va juntando y un día “comienzo a jugar con todos ellos logrando abstracciones interesantes que dejan para el espectador posibilidades de descubrir lo que cada uno proyecta.” Por eso le llama “Juegos”.

EL PAISAJE EN PINTURA

Tradicionalmente el arte del paisaje instala en forma realista al paisaje real, pero puede haber otros tipos, como los oníricos y el urbano. Pero aún así debemos pensar en las excepciones: el Guernica por ejemplo, de Picasso, si bien alude a una ciudad, el mensaje que transmite es otro. El paisaje puede ser cósmico, en el que se representa a la naturaleza en forma salvaje. En ella el hombre se siente perdido. En cambio cuando la pintura “domina”, aparece un trabajo que no da inquietud, sino paz. Por lo general es un lugar reconocible, identificable, como son los de Graciela Marrero.

gm-paisaje-de-maldonado

«Paisaje de Maldonado»

En la pintura occidental el paisaje comenzó dentro de las obras religiosas. Y recién adquiere autonomía en el siglo XVI, a partir de Durero.

TRASCENDENCIA

Hace dos años aproximadamente comenzó, esta artista, a trabajar en proyectos colectivos. Uno de ellos es “El amor a la vida”. Serie de cartones con huellas hechas en enduido, que va pasando a lo largo de la exposición que realizara. “De igual forma en que nos pasan las cosas en la vida, me explica, aparece lo positivo y lo negativo en el amor hacia uno mismo o hacia los demás.”

Ha expuesto en el Correo de Maldonado por tercera vez, siempre con mucho éxito. Ha trabajado en la calle 20 de Punta del Este, en donde los artistas desarrollan Arte Urbano a la luz de los paseantes. Sus obras se aprecian en la Escuela Pública de Punta del Este. Niteroi (Brasil) fue un lugar especial, en el Museo Inga, ya que fue invitada junto a otros creadores para realizar un mural, que allí quedó. En junio de 2012 expuso en la Galería de Las Naciones en Buenos Aires. Allí obtuvo una Mención de Honor a la creatividad con su obra: “Armonía II”. Tiene una muestra permanente en Galería Alvira y publica sus obras la revista anual “Destino Arte”. Así dejamos a Graciela Marrero con sus múltiples actividades y estudios. Lo que sí me reafirma, al despedirnos, “nunca dejaré el paisaje y sus árboles”. En la búsqueda de nuevas sensaciones luminosas sé que luego llevará al color al lugar que elija para pintar y nos asombrará con ese afán incansable que tiene de ver y descubrir momentos.