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Martha Nieves

· septiembre 27, 2016 · Arte , Pintura ·

[blockquote]Y sus momentos para crear…[/blockquote]

[blockquote]Esperando el lejano mañana de tu luz voy mirando pasar este camino ya largo sintiendo los momentos cada vez más…[/blockquote]

En una tarde, llena de sol, llegamos a La Paloma, buscando el hogar de Martha Nieves. Entre la maravilla del mar azul y el bosque susurrante, la encontramos. Su sonrisa, sus ojos que expresan la alegría de saberse reconocida, iluminan un rostro muy bello, en sus 85 años, que me hacen pensar en que nos conocemos de toda la vida.

niños

«Niños»

Cuando la llamé para concertar la visita, me dijo: “tendrás el privilegio que te dé la última entrevista.” No será así, Martha, estoy segura. Eres demasiado valiosa para Maldonado, para Rocha, para el Uruguay.

Así que comenzamos a hablar con “esta gloria carolina” como le dice jocosamente su amigo también de San Carlos, el Dr. Alfaro.

“Desde niña cuando aún no sabía escribir, ya pintaba. Una tía me enseñó a usar la pluma y la tinta desde muy pequeña.” “Después tuve otros maestros… Me crié entre San Carlos y Maldonado. Y a los 15 años me fui a estudiar a Montevideo. Me preparé en muchas profesiones, pero la de Maestra fue gran parte de mi vida.”

Estudió profesorado de Dibujo técnico en UTU. Historia del Arte con los maestros Day Man Antúnez y Edgardo Ribeiro. En 1970 asistió al Taller del artista José Luis Zorrilla de San Martín.

Cerámica: primero incursionó con Pola Bonilla y luego con José Collel. Fue Becaria de la Universidad de la República en cursos internacionales.

TRAYECTORIA

Concursó y vino a trabajar como Maestra en una Escuela Rural de Maldonado. Ese mismo concurso le permitió trasladarse a Rocha cuando se casó. En esa ciudad atlántica, trabajó en Primaria, en UTU y en el Liceo, nunca dejó la pintura.

“Me deslizaba en la cama cuando mi marido se dormía y me iba a pintar”. —me dice casi en secreto— “Aplané Rocha caminando e instalándome en distintos espacios para pintarlos.”

Pero no sólo paisajes integran su acervo, los retratos llenan su casa-museo de la ciudad de Rocha y la de La Paloma.

Estudió con Hugo Nantes y Edgardo Ribeiro, que seguían las pautas del Taller Torres García. Pasaba los fines de semana pintando intensamente en Montevideo y regresaba en la primera ONDA a Rocha. Su madre la esperaba con la túnica pronta para que se fuera a trabajar a la Escuela. Fue fundadora del Taller de Artes Plásticas junto a E. Ribeiro y Wilson Amaral. La Comisión de Cultura rochense, que era integrada por María Elida Marquizo, la apoyaba constantemente. “Tuve miles de alumnos”, me dice sonriente y mirando a lo lejos como recordándolos a todos y todas.

niña leyendo

«Niña leyendo»

PROYECCION

Fue invitada por la reina Sofía de España a pintar a su hijo, el príncipe Felipe, cuando este tenía 14 años. Martha le hizo retratos, que hoy están expuestos en el Palacio de La Zarzuela. Estuvo años en este palacio, pintó, restauró obras importantísimas y participaba de las fiestas de palacio. Me cuenta con emoción: “Tuve un Velázquez en mis manos”. Su restauración fue difícil, pero Martha lo logró. Así muchos de los grandes plásticos españoles fueron restaurados por nuestra admirada artista.Cuando llegó a España llevaba recados de su ciudad natal: Pedir a la reina Sofía los planos originales de la Iglesia de San Carlos y el verdadero reloj que debía lucir la misma. Ha continuado su vínculo con los reyes. Recorrió toda Europa, Norte de África y América. Un día una señora española le envió una foto y le pide que le haga un retrato. Cuando la vio, Martha pensó en lo linda que era, luego vio la mantilla negra que lucía.

“Recorrí todo el viejo Madrid buscando el encaje igual para imprimirlo en el retrato. La mujer quedó maravillada con el resultado.”

Tiene en su casa-museo una exposición removedora de sus obras y de grandes artistas uruguayos y extranjeros. Ropas, recuerdos de lugares exóticos.

[blockquote]Vamos a ver ahora
qué nos dicen
la piel, la voz
las manos, las pupilas.[/blockquote]

RETRATOS

El retrato, si tuviéramos que definirlo, es aquella expresión plástica de una persona a imitación de la misma. Puede ser una pintura, escultura o fotografía. En un retrato predomina la cara y la manifestación de su interior, su estado de ánimo… Aparece en el siglo V antes de Cristo, sobre las monedas de los reyes persas. Conoció un desarrollo considerable en la época romana. Los primeros retratos de la historia fueron esculturas. El Renacimiento fue una renovación del retrato pintado, reapareciendo en este período el retrato privado. No olvidemos La Gioconda de Leonardo o los mejores retratos de Tiziano. Martha Nieves ha pintado no sólo a príncipes, sino a muchísimas personas en sus tareas esenciales, comunes, de todos los días. Gente de sus lugares de vida y sobre todo de su familia. Vemos en la casa de La Paloma decenas de retratos de sus nietas. Pintó a su madre, tomando una foto que le enviara su abuelo. Es una foto gris, antigua, de esas que tanto nos atraen ya que están llenas de vida y recuerdos, anécdotas, historias. Martha la pintó en colores. Allí está presidiendo los retratos familiares.

[blockquote]Tan repetidos rostros
por amados
donde tantas nostalgias
se conjugan
con ese ayer que fue
donde tú estabas…[/blockquote]

TRASCENDENCIA

Se encuentran obras de Martha Nieves por el mundo. Hasta el momento ha realizado 109 exposiciones individuales dentro y fuera de Uruguay. Exposiciones colectivas en Salones de: Montevideo, San José, Paysandú, Lavalleja, Rocha, Maldoando… Ha recibido premios por sus obras. Poseen cuadros suyos coleccionistas particulares de Uruguay, EEUU, Suiza, Francia, España, Argentina. En Museos de nuestro país encontramos su pintura, en Chile, Bolivia, Venezuela, México…

A pedido de una Comisión especial de San Carlos, creó el escudo para el Bicentenario de esa ciudad.

Es hora de despedirnos, no podemos cansarla más. El deseo de seguir escuchándola es grande. Su voz dulce que nos descubre los recuerdos de una vida tan intensa, nos acompañará en el viaje de regreso. Así que allí queda en su casa-atelier, mirando el mar y sonriendo.

[blockquote]Cuando mi tiempo acabe
y la distancia
no sea ya distancia
dejo a ustedes mi alma
en mil pedazos
de colores y formas.[/blockquote]

*La poesía es de Martha Nieves.