Volver

Miguel Battegazzore

· septiembre 26, 2016 · Arte , Pintura ·

·

[blockquote] Una vida dedicada al arte.[/blockquote]

Lo que define al arte auténtico es su facultad de trascender la realidad existente y sobrepasar la tiranía de los tiempos. Desde que conozco a Miguel Battegazzore he descubierto en su quehacer a un artista generoso, capaz de hablar de arte o de un artista un día íntegro, sin cansarse, pintar un mural en una escuela pública, de grandes proporciones o regalarte un libro de su autoría para que sigas estudiando.

Si bien tiene claro que los artistas deben vivir decorosamente de su arte, ser reconocidos, apreciados en la grandeza de su entrega, mantiene una actitud de apertura hacia requerimientos sociales que no es común. Es decir no toda su obra es reflejo de intereses materiales sino que su trabajo trasciende la sociedad del momento y anticipa una utopía. Por ejemplo, dejar que los niños de la escuela pública vean, critiquen, copien, recreen su obra.

INICIOS

Cuando le hablo de sus comienzos, me dice serio, —”es mucho tiempo.” Es, sin duda, una vida. Egresó de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de la República. Pasó por la pintura, la escenografía (para teatro, ópera y ballet), el dibujo, artes gráficas… “Todo se entremezcla. La enseñanza es tan productiva dentro de lo que yo hago que, muchas veces, influye en lo que en ese momento creo. Ahora me quedo con Historia del Arte porque cada vez es más difícil enseñar. La etapa que estamos viviendo nos lleva más a reflexionar acerca de lo plástico más que hacer. Las posibilidades son múltiples”.

—¿Cómo ubicarías tu obra en el contexto de la historia del Arte?

“El hecho de que uno discurra la historia del arte no lo ayuda mucho cuando ejerce la práctica del arte. Para contestar a esa pregunta se necesita, además de una imposible objetividad, una mayor perspectiva en el tiempo. La misma diversidad de las etapas que he recorrido convierte a esta interrogante en una tarea casi imposible. Lo que sí podría anotar es aquella parte de mi obra que ha adquirido más resonancia del punto de vista del público. Generalmente es la que está asociada a la etapa que titulé ENTROPIAS. Cuya obra más notoria es el mural de 400 metros cuadrados situado en las calles Magallanes y Colonia en Montevideo.”

ENTROPIAS

El término lo toma de la terminología científica y es equivalente de alguna manera al concepto de “desorden” (pero que se propone recuperar un oculto orden estadístico). Esta serie de obras en su momento, fue mal entendida por la crítica que la vio tan sólo como uno de los primeros síntomas de arte postmodernista en nuestro medio, ya que “desordenaba” el sistema constructivista de Torres García. “Se las juzgó como una citación irónica. Lo que estaba lejos de mi intención en el momento de su creación. Lo que no se apreció es que esa actitud se debía a las reflexiones del mismo Torres sobre la oposición clasicista entre orden y naturaleza. [ … ] Creo que ya ha pasado el tiempo suficiente como para evidenciar que en estas obras algo las hacía significativas al público.”

(lo que pone de manifiesto que hay una sabiduría popular). Para el pintor más allá del hecho plástico configuraban una metáfora de una sociedad y del país mismo al salir de una década de oscurantismo. “El orden del Constructivo puesto a punto por Torres García no podía ser el mismo que en el momento en que fue concebido. […] Fue necesario que después de las “entropías” realizara un libro sobre Torres (“La trama y los signos”) para toma de conciencia de ello. En la cumbre de Presidentes reunida en Montevideo, hace ya un tiempo, se elige una gigantografía de una pintura del Universalismo Constructivo, esto ocurre porque en esta obra se emblematiza un país constructivo. […] Es manifiesto que a pesar de que se utilice para una cumbre presidencial ya no es emblemático del Uruguay actual, que todavía en las puertas del siglo XXI se muestra incapaz de procesar el duelo y se encuentra por tanto, sumergido en la melancolía […] Cuando realicé, en el Instituto Goethe en 1987, Entropías bajo el tpitulo “Homenaje a Durero” premonitoriamente estaban bajo la égida de la Melancolía.”

(grabado que Durero realizara con ese título).

Es a partir de esa experiencia que conjuntaba una crisis personal a la descomposición social que descubrió que los signos que alegorizan la melancólica parálisis creativa, eran los mismos que utilizara positivamente Torres en sus construcciones: escalera, balanza, compás, regla, elementos cósmicos, etc.

Por eso dice Battegazzore: “En ese momento tuve conciencia de la tarea titánica acometida por Torres para sincretizar en su Universalismo Constructivo todo el mundo simbólico de la humanidad. Ahora puedo ver mis “Entropías” como metáforas de un contexto social y los signos que creía usar en el sentido torregarciano por ejemplo la estrella pitagórica pueden asombrosamente (y así me lo han hecho saber) ser leídos en otros términos, estrella tupamara, estrella de la Texaco, o el templo griego como Palacio Legislativo, aunque yo ni siquiera haya pensado conscientemente en ello.”

boceto

Lo interesante de la creación plástica es que las imágenes que uno crea dicen mucho más de lo que uno pone en ellas y adquieren sentido propio y comienzan a caminar por sí solas. De todas maneras no deja de ser inquietante la capacidad de premonición que pueden tener.