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Miguel Lopez Egures

· septiembre 27, 2016 · Arte , Pintura ·

[blockquote]A partir de la sensibilidad.[/blockquote]

Miguel López es un artista multifacético que pocos conocen, pero de un gran valor humano y un buscador de expresividades.

Nace en Maldonado, en 1967. Estudia escultura, fotografía y pintura. Asiste a la Escuela de Artes Plásticas y Visuales de la Casa de la Cultura de Maldonado. Su maestro es Daniel Castro. En 1990 realiza un curso de fotografía con Alvaro Zinno. De alguna manera podemos afirmar aún teniendo en cuenta sus estudios, que Miguel López es un autodidacta. Porque qué es lo que hace diferente la expresión de cada artista.

En Miguel su sensibilidad se pone de manifiesto en cada una de las obras que ejecuta: sea fotografía, sea pintura o escultura. En todas se destaca.

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«Washington Tabárez»

PROYECCION

Ha escrito tratados sobre fotografía guiando al que quiera incursionar en este arte, paso a paso. Sus publicaciones son de mucho valor y generosidad. Calidad esta que define de algún modo a López. Cuando se entusiasma por un tema lo desarrolla con apasionamiento, dándonos así la pauta de cómo se ubica en su espacio.

La búsqueda de sus temas surge de forma espontánea y son el resultado de la actualidad que le toca vivir. El retrato ha sido una de sus fortalezas. Tanto en fotografía como en pintura. Empleando el óleo sabe buscar la pincelada exacta para obtener la forma y fortaleza de lo que copia. Sus modelos son hombres y mujeres conocidos algunos con mucha celebridad, otros son vecinos que posan para que Miguel saque en la tela la obra que se ha imaginado antes en su pensamiento. Por tanto la figura humana es para él un tema primordial.

“¡La gorda!” es una de sus obras más acabadas entre muchas, por supuesto. Ganó con ella un premio importante del Salón Departamental en la Junta de Maldonado. Acá lo que encanta es la forma en que se recuesta en una cama una mujer que esconde su cara, y que Miguel envuelve en el misterio de su cabello. Es un retrato donde no se ve el rostro de la persona, pero el atractivo está justamente en la pose. En ¡un hombre de pueblo! deforma su postura para que aparezca como desalineado y sin mucho interés en el resultado de su retrato. Este le llevó un tiempo considerable terminarlo dado el interés perfeccionista del pintor.

TRASCENDENCIA.

Cuando la selección uruguaya estaba en el corazón de todos y todas los que vivimos en este país, Miguel López realizó una exposición en la Sala Manolo Lima de Casa de la Cultura, con retratos de todos los jugadores del plantel y de su Director Técnico. Sin la pretensión de vender esa obra, sólo como expresión simbólica de lo que la gente sentía y admiraba. Dejamos a un artista con mucha fuerza para seguir trabajando estos temas que él elige de acuerdo a lo que siente y le reclama su sensibilidad.

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«Desnudo»