Nelson Ramos es un pintor visual, que podemos llamar moderno, para el Uruguay de hoy.
Nació en la ciudad de Dolores, (Departamento de Soriano) en 1932. Parte de su niñez la pasó en Juan Lacaze, departamento de Colonia, donde su padre trabajaba como ayudante de Arquitecto.
En 1951 ingresa a la Escuela Nacional de Artes, ya en Montevideo. Dibujante, grabador, pintor e instalador de la historia de América. Planifica para textiles, llenos de telas de arañas o que lo semejan, colores de poca atracción en un primer momento. Su formación la realiza junto a otros grandes pintores de nuestro país: como Miguel Angel Pareja, Felipe Seade, Vicente Martín y Enrique Aguerre, y un grupo más numeroso.
Ramos trabaja el dibujo, el óleo, la construcción, con materiales livianos y se especializa en las instalaciones, que lo atraen como la forma más íntegra de su yo.
INICIOS
Además de lo ya dicho, Ramos crea en 1953, junto a Raúl Castellani, Glauco Teliz, Bolívar Gaudín, Yamandú Aldama, Silvestre Preciar y Pascual Grípoli, el grupo La Cantera, cuyo nombre viene de las canteras del Ferrocarril de Las Piedras, en Canelones.
Es un pintor que no habla mucho, pero indica con su ejemplo la belleza de la creación. A sus alumnos, a la humanidad y a sí mismo. Con una Beca que le da el Ministerio de Relaciones de Brasil, ingresa en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro. Allí estudia y perfecciona lo que dentro llevaba, y que poco a poco va construyéndose en papel, cartón, algunas telas, maderas y otros objetos que comenzará a emplear en sus obras.
Estudia en Río con Iberé Camargo y el grabador Johnny Friedlaender. Se instala en San Pablo, donde trabaja ilustrando diarios. Más tarde consigue una Beca de nuestro gobierno y viaja a España, Francia e Italia. Luego lo hará a Israel, Turquía y otros países cercanos.
REALIZACION
La obra de Ramos comienza con una línea, podríamos decir. Una línea negra o blanca que
divide el fondo blanco sin mayores pretensiones. Esos dibujos son letras, números, círculos, equis, óvalos aplastados, calaveras, los arabescos son una inspiración del los alfabetos orientales.
De ahí surge una comunicación que cada uno que lo observe puede interpretar a su manera y a sus conocimientos. Pero en todos ellos, se encuentra una línea vertical que se superpone, quizá para
que los espectadores de sus obras descubren ese rompimiento de la caligrafía.
Luego aparecerá el soporte de la línea. Representan la naturaleza muerta de otros autores. Y en la abstracción de su color, las formas surgen. Usa las verticales hasta llegar a la horizontal, componiendo así una construcción ortogonal. (Volvemos a Torres García). Emplea la pintura blanca que a medida que caminamos cerca de sus obras se transforman en naranjas, amarillos, negros y blancos. Ese blanco que parece tener luz.
Kalemberg cita estos ejemplos con sus palabras y nos dice que “El silencio es el sentido de la obra de Nelson Ramos.” Con su evolución y creatividad incesante, llegará a dejar la línea, y además con la
materia que comienza a agregar a sus obras, Esas líneas, palitos, qué representan, en realidad?
Quizá, y para mí, el árbol de la vida. Y en el árbol la maravilla de la naturaleza que nos expande luz, color, armonía, frutos, en fin, la creación en su más íntegra expresión.
Para otros espectadores, quizá sea una línea que marca su paso en la historia, no sólo del país, sino de América. Para Nelson Ramos, la línea, los palitos de madera, las piedras del neolítico, son los comienzos del alfabeto. El comienzo del hombre con su esfuerzo por comunicarse, de ser en el grupo.
Empieza a usar papel e hilo de coser. Hacia 1989 de la serie que llamó “vanitas mestizas”, cajas llenas de calaveras y esqueletos, telarañas, personajes religiosos. Trabaja con papel, que rasga, emplea un collage que semeja a los decollage de Barradas, sensación de una herida profunda. Podemos pensar en nuestra historia, en cada vida, en luchas por integrar una sociedad.
TRASCENDENCIA
Como todos los grandes Artistas Plásticos del Uruguay, Nelson Ramos ha realizado exposiciones colectivas e individuales. Sus obras se encuentran en España, Colombia, Argentina, EEUU, Chile, Perú, Brasil Portugal y Uruguay. En todos ellos ha ganado premios sumamente importantes.
Su Taller en Montevideo se ha colmado de premios con su docencia extraordinaria. El primer premio fue el de los Jóvenes pintores de Uruguay. Donde fueron muchos los que recibió. El gran Premio Blanes lo adquirió en 1964. Obtuvo: Mención de Honor en la II. Bienal de Arte de Colombia, en Medellín.
Participa de la X Bienal de San Pablo (Brasil). Es representante de Uruguay en la Bienal de Venecia.
Obtuvo el Premio Figari, de Uruguay, máximo galardón que se da en nuestra República. Premio de pintura en el Segundo Salón de Artes Plásticas de Punta del Este. Sus obras están en el mundo, América , Europa, Asia. Nelson Ramos falleció en 2006, en Montevideo.
Durante su vida, trabajó, se llenó de éxitos, derramó enseñanza construcción de su aprendizaje y el de sus alumnos; los reconocimientos mundiales y nacionales, se realizan resaltando su personalidad, recubierta siempre de un silencio digno.