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Pedro Peralta

· septiembre 27, 2016 · Arte , Pintura ·

[blockquote]El artista que alejó la tristeza  a través de su pintura.[/blockquote]

En verano tan lleno de actividades culturales y de las otras más superfluas, pero que también integran un espacio de cultura diferente, tuve la sorpresa de encontrarme con la exposición de Pedro Peralta en la Galería de la calle 28 casi Gorlero. Hace mucho tiempo tenía pensado entrevistarlo, pero sé que cuando está en el Balneario Buenos Aires, trata de descansar, y no se había dado el momento.

[blockquote]Me es difícil hablar de mi pintura, pues ella ha nacido siempre en un estado de alucinación, provocado por un shock cualquiera, objetivo o subjetivo y del cual soy enteramente irresponsable.[/blockquote]

Joan Miró

Si bien Pedro Peralta nació en Salto en 1961 y allí vivió experiencias muy ricas en cuanto al medio que lo rodeaba, se instaló luego en San Carlos, donde vivió y estudió mucho tiempo. Luego se radicaría en Montevideo. Pero… se vuelve al lugar del descanso, la paz y el sosiego de estos bosques y playas y el hogar materno, que tienen el atractivo suficiente para permanecer. Peralta quería estudiar Educación Física, aunque vivía rodeado de pintura, telares y artistas.

Pero cuando comenzó en plena dictadura, todo lo que había aprendido de sus excelentes profesores de esa área en San Carlos, lo borró la exigencia de una formación que nada tenía de humanística, como él había aprehendido de sus mayores. Todo era competencia, extenuación, como si ya fuesen profesionales. Por tanto se fue. “Quedé sin saber qué hacer y empecé a pintar. Fue casi casualidad dice en mi casa era lo que había y la forma de sacar la tristeza era dibujando o pintando. Una amiga de mi madre que era psicóloga me mandó una gran cantidad de papel, diciendo menos mal que dibuja si no estaría loquísimo.”

Cuando le pregunto por su relación con sus padres, tan reconocidos y queridos, me cuenta de su Salto natal, de los momentos que recuerda siendo pequeño en aquellos encuentros en “Las Nubes”, casa de Enrique Amorim. Allí estaban Walt Disney, Nicolás Guillén, Jorge Luis Borges, Horacio Quiroga, Aldo Peralta, Lacy Duarte, María Helena Bravo, León Felipe, Rafael Alberti, José Bergamin, Federico García Lorca… Las charlas y encuentros daban para que su niñez se tiñera de espacios de adultos. Ha conseguido una película donde todos estos personajes aparecen, filmada por Amorim. Se dormía en rincones o bajo una mesa, ensimismado oyendo a toda esta gente. “La Nubes” fue algo que quedó en su inconsciente y que ahora empieza a aflorar en sus obras.

Realizó un curso de post-grado en grabado en metal con David Finkbeiner. Pasó por el Taller de Clever Lara y luego el de Vicente Martin.

PROYECCION

La primera exposición que realizó fue hace ya 28 años, en la Casa del Autor Nacional (que hoy no existe), en Montevideo. La segunda fue cuando se reinauguró el Teatro El Galpón. Ahí mostró obras de gran porte. La tercera muestra fue en el Teatro del Notariado cuando estaba María Luisa Torrens, con José Pelayo, Gustavo Fernández y Pedro Peralta.

Viajó a Suecia, a la búsqueda del grupo CoBrA, de quien se siente admirador e integrante. Este grupo CoBrA tiene como objetivo aprovechar la libre expresión del inconsciente sin la interferencia ni el control del intelecto. Estas premisas hunden sus raíces en el surrealismo, así como la violencia cromática, el dinamismo y el acento en el proceso. Viajando entre Suecia y Finlandia tuvo que compartir un barco lleno de nazis. Eran cerca de tres mil hombres de camisa negra. Fue un golpe fuerte para él y estuvo tres años dibujando a esos hombres. Era 1992, “me pareció tan loco que en ese momento aún pasaran estas cuestiones que busqué dibujarlos con grafito, era una necesidad imperiosa hacerlo.”De ahí realizó una exposición en El Cabildo que se llamó “Barroco terraja”. Después los quemó todos. Como un exorcismo. Luego usó el color y tomó la pintura como algo que lo divirtiera. Me confiesa: “Para mi vender un cuadro que es tela y pintura, no tiene trascendencia. Lo importante es estar delante de la tela en blanco de nuevo.”

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TRASCENDENCIA

Hubo luego muchas más exposiciones que salieron del Uruguay. Una recorrió Australia, otra recorrió España y luego otros países de Europa. En 2002, Diego Masi y Peralta fueron a Washington a hablar con el Embajador uruguayo para que los ayudara a exponer y vender la obra. Volantearon su exposición a dos cuadras del Banco Mundial hasta que vino un policía a decirles que eso no se podía hacer. Surge la posibilidad de ir a Puerto Rico, que es el mejor mercado que tiene por el momento. Llegaron a San Juan, nadie los esperaba. Hubo confusión de fechas. Se encontraron con un museo enorme para ellos. La amistad surgió en ese Museo de las Américas donde tienen mucho respeto por el arte uruguayo. Allí tenían como antecedentes exposiciones de Antonio Frasconi y de Ignacio Iturria. Al final ellos colgaron la obra y hasta ayudaron a ensobrar las invitaciones. Nunca habían visto a un artista que se pusiera a hacer el mailing, eso hizo que los reconocieran mucho. Al final pasaban en la casa de la Directora del Museo, una persona joven. Se vendió toda la obra expuesta. Un mes después tenían otra exposición en Chicago y no tenían obra. Massi se fue a Los Ángeles a pintar y como Pedro Peralta sólo puede crear en su taller de Montevideo, se vino al Uruguay.“No puedo pintar fuera de mi taller. Ahora mismo que vivo casi todo el tiempo en el Balneario Buenos Aires, no puedo pintar acá. Sólo lo hago en mi taller. Así que estoy unos días y me voy. Arranco a pintar otra vez.”

La próxima muestra será nuevamente en Puerto Rico, con Gerardo López. La Exposición en la Galería Grillo de la calle 28, muestra una serie de obras de grandes dimensiones, como las que lo caracterizan. Todo parece venir de Helsinki, ya que un día sentado en una plaza de la ciudad, deprimido por no saber hacia dónde dirigir su arte, que fuera realmente una representación personal, uruguaya, recordaba a Solari. “Desde los CoBrAs hasta hoy siempre recuerdo aquello de que “los uruguayos descienden de los barcos.” Y de alguna manera eso es realismo mágico o sincretismo cultural, si se quiere.” No creo que mi obra sea surrealista. Yo me siento más atado a “Cien años de soledad”, apuesto a esa mezcla que pasa por la vida. Creo que recién se está formando dentro de mí, lo que llegaré a ser. Hay un nivel de creación que es mío, —no apuesto a las academias— sin pretender dar lecciones culturales, quiero jugar, me divierto mucho y pinto, se venda o no.”

Es cierto que al realismo mágico uno le puede instalar su emotividad particular y llevarlo dónde quiera. Si no basta ver sus exposiciones. Los barcos llevan y traen: velas, montones de cosas y entre ellas, la Gioconda, la Cocinera de Vermeer, la Venus y su toilet de Velázquez, a Carlota Ferreira y algún gaucho de Blanes… Me dice: “para trabajar en estas obras necesité una lupa (para reproducir esos pequeños retratos) que quizá representen la cultura que vino de Europa y la que se fraguó en América.” De alguna manera mis obras están llenas de los recuerdos de infancia, de momentos vividos con mi viejo en Salto.”

Algunos de los antecedentes de estas obras se expusieron en el Museo Zorrilla, en Montevideo.

GRABADO

Sé de lo esencial que es el grabado para Peralta. Y me explica que siempre vuelve al grabado. Tiene un taller para alumnos que ya son amigos por los años que comparten este arte. Están armando una página digital para que se puedan apreciar todas las manifestaciones que en el Taller se desarrollan. A través de Pelayo Díaz, expondrá grabados, junto a Miguel Carini (argentino), y a Lacy Duarte.

“El grabado se me hace mágico; porque comunico mucho más directamente que en otras técnicas. Por así decirlo, escribo mis ideas.”

Una plancha o taco nunca está terminada, siempre se puede encontrar una nueva corrección, un nuevo detalle. Es un gran estímulo, sin duda. La gráfica hoy puede permitir una llegada a públicos más amplios y ayuda también, a quitarle la condición elitista que el mercado le impone a las pinturas y esculturas. En cuanto se plantea el tema del título de la Exposición, que tendrá lugar en Granada: Carini dice: “Puente de papel Granada-Montevideo, a lo que Peralta le expone: Puente de papel Granada- Salto Oriental. Recordando la presencia de Lorca en “La Nubes” en Salto. En 2010, fue a Puerto Rico nuevamente., luego a Granada. Allí existe un gran museo que se ha abierto recientemente esperando artistas de talla internacional. Los éxitos seguirán sin duda, ya que es un artista lleno de inquietudes.