Conocí a este artista plástico hace ya veinte años o más. Coincidiendo con algunas de sus estadías en Punta del Este y que a veces se prolongaban a Montevideo por varios meses. Diría que casi siempre.

«La cigarra quiere entrar al paraíso» Rimer Cardillo

Ahora por ejemplo me he enterado que ha dado cursos en Montevideo en talleres amigos y que sus propuestas llenan de entusiasmo y conocimiento a colegas y a personas que deseen saber de su arte. Claro todo esto sucede así porque Cardillo es uruguayo pero reside en Estados Unidos de Norte América en donde tiene un trabajo incansable como grabador, escultor e integra a su labor las instalaciones donde usa materiales muy nuestros como tierra, cerámica, piedra, madera, ceniza, papel, arcilla, fotografía y objetos que va encontrando y los incluye en sus trabajos.

Venecia

Este buscador de nuestra identidad.

Nació en Uruguay y estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Luego en la Escuela de Arte y Arquitectura en Weissenssee, en Berlín y más tarde, en la Escuela de Artes gráficas y del Libro en Leipzig, las dos de Alemania. Vive en Nueva York, donde da clases y realiza sus trabajos de arte, y regresa a Montevideo para hacer similares actividades, donde se encuentra con artistas jóvenes y otros que lo admiran, para hacer junto a ellos y con ellos múltiples instalaciones, construcciones, exposiciones individuales o colectivas. En el Estado de Illinois Cardillo presentó un taller abierto “workshop” en la Universidad del Sur . Allí se imprimió una edición de sus grabados.

TRAYECTORIA

“Cardillo frecuenta las bases conceptuales de los movimientos plásticos actuales, unido al pasado y al análisis crítico de las tendencias y procedimientos que importan.” Sus instalaciones y esculturas las podemos observar, incluso al exterior en Museos como el de Manantiales donde con elementos que las olas traen a la orilla del mar, concibe belleza e identidad. Lo mismo ocurre en EEUU. En el Museo de Arte del Bronx realiza una exposición que investiga diez años de su obra.

En todas sus obras lo que importa es la idea que posee sobre la cultura primitiva. Cuando se estaba por cumplir los quinientos años de la llegada de los españoles a América, trabaja sobre nuestros indígenas, en concreto con los charrúas ( más allá que este hecho sea discutible) realiza esculturas, instalaciones como homenaje a “los vencidos” junto al monte criollo. Dice Cardillo: El monte criollo ha sido acorralado, así como se acorralaron a las últimas tribus charrúas en el norte del país”.

Su obra “Charrúas y montes criollos” se encuentra en el jardín del Museo de Artes Visuales, en Montevideo.

PROYECCIÓN

Es casi imposible detallar todas sus obras, tanto las ejecutadas en Uruguay como en EEUU. Sus exposiciones y muestras de obras que han quedado en: Argentina, Brasil, en Venezuela, Cuba, Canadá, Rusia, Alemania, Italia, Mónaco, España, Suiza, Polonia, Suecia, Corea, Japón y China.

También se dedica a la lucha por la que se pretende que perduren pequeños insectos, hojas hermosas de nuestros árboles, mariposas. El brillo que da a estos elementos y el color semeja algo mágico. Pueden ser pinturas, o serigrafías. Todas ellas llenas de ese encanto de los seres pequeños que nos alegran nuestras miradas en el paisaje y que él carga con partes de su cuerpecillo exagerando sus dimensiones. Realiza múltiples exposiciones en Uruguay, Montevideo, Salto, Punta del Este y su amplia zona de influencia. En Estados Unidos por supuesto ya que allí pasa parte del año. También en Argentina y Brasil. Puerto Rico, lugar donde reiteradamente acude. Perú y Paraguay han tenido la oportunidad de observar y llevarse sus pequeños tesoros a sus hogares o a Museos privados, en forma especial.

“El Relicario de la selva perdida” habla de la destrucción de la Amazonia. Es una caja de vidrio donde encontramos árboles carbonizados y que al abrirla suavemente aparecen las mutilaciones y el resto de la selva.

“Barraca del silencio” como comprenderán con el título se refiere a los presos de la dictadura cívico militar en Uruguay y el Cono Sur de América, es una escultura con una vieja pileta, corroída, despintada, con un fondo seco, gris, junto a ella un palo o tronco carcomido, que está en lugar de una canilla que antes existió. No tiene tiempo pero lo imaginamos. Similar en cuanto a la temática, está “La caja de Pandora”. Imágenes fosilizadas, los montículos y pilas sagradas son esculturas que parecen homenajear a “los vencidos”.

Por último debo decir que entre los artistas del Uruguay que nos han representado en la Bienal de Venecia, está Cardillo.

Todo lo expuesto muestra la grandeza de este artista que nos lleva al pasado y para quien el presente está lleno de hermosas imágenes pero también de llamados de atención acerca de la destrucción que el hombre realiza día a día.