Cada vez que paso cerca del Taller de Virginia Jones y Dina Vicente, pienso he de ir a entrevistarlas. Por eso he visitado esta tarde aún fría de la primavera que no llega de una vez, en su Atelier de La Barra, justo en la curva, cuando uno entra de lleno a este balneario a estas dos mujeres artistas, cuya docencia es apreciada.
Todo aquel que por allí pase disfrutará cómo muy a menudo la vidriera del atelier cambia. Las imágenes son bien diferentes.
Es que en un Taller de pintura no hay copia ni imposiciones. Sí mucha creatividad. Como toda persona que desea transmitir el goce por la estética y enseñar a que todos y todas podamos extraer de nuestro interior lo que deseamos expresar, los comienzos son un poco de avances lentos, de asegurar la vocación, de dejar hacer…
1995
En 1995 comenzó Virginia con el Taller, en su casa. “Y ahí fue donde trabajé uno o dos años no más, antes que nos juntáramos con Dina. No sólo nos unía una gran amistad, sino que teníamos casi la misma preparación. Dina había vivido en Brasil y yo en Chile. Cursé en la Escuela de Arte en la Universidad Católica de Chile y ella había estudiado en Brasil con varios profesores. Cuando regresamos a Uruguay, coincidimos en el Taller de Clever Lara. Yo iba sólo a la pintura de desnudos y ella iba a clases totales. Después encontramos la maravilla de un docente como Guillermo Fernández. Fuimos alumnas años y años de este gran maestro. […] Todos esos años en lo de Guillermo Fernández fue lo que nos dio el pie para animarnos a enseñar. Porque lo importante es saber qué hacer en estos talleres, qué enseñar… —Piensa un momento y me dice: “Acá sale todo el mundo pintando totalmente distinto a lo que nosotras hacemos en nuestras obras. Eso es lo que me hace feliz y me siento muy orgullosa. Lo que interesa es dar pautas para ayudar a que la gente pueda manifestarse de una manera artística. Dar la posibilidad de hacer lo de cada uno.”
1997
“Empezamos en este año en lo de Dina. En el living de su casa. Luego fue en Maldonado, en el CEI, les alquilábamos el garaje, y les pagábamos con un porcentaje del pago que recibíamos por las clases.
Luego fue donde vivió Eduardo Montañés, en 18 de Julio y Treinta y Tres. El encuentro con Mauricio Sbárbaro fue importante. Ya que este joven pintor uruguayo, radicado en Cadaqués (España), quería construir un atelier para cuando regresara a Uruguay. Lugar que fue aprovechado por Virginia y Dina como taller, ubicado en la calle Córdoba y Br. Artigas.
2000
“En ese lugar había un entrepiso, donde yo puse mi taller para trabajar allí, en horas en que no venían los alumnos. Ahí estuvimos hasta el año pasado.” Pero yo había visto obras del Taller Jones-Vicente desde hace años en esta esquina de La Barra.
2002
—Virginia aclara: “No, acá estamos desde el 2002, pero no dábamos clases. […] “Galería Grupo Taller Jones-Vicente, así se llamó en el comienzo. Y, por primera vez, se nos ocurrió que podíamos dar clases en verano. Y salió tan bien, que se armaron grupos grandes, que decidimos seguir en invierno. Tenemos muchos alumnos europeos, que se van y regresan en setiembre y siguen en el Taller. En diciembre hacemos siempre Exposición de los trabajos de todos.[…] Tenemos una buena crítica de argentinos, que vienen, nos visitan y luego salimos en sus revistas, diarios, en fin, en los medios para los que trabajan.”
Miro, recorro el Taller. Encuentro obras de la más distinta índole… Para el verano tienen la expectativa de que las críticas sean un poco más técnicas y no tanto sociales, como hasta ahora ha sido. Cada una de estas artistas plásticas ha hecho su propio taller en su casa. Así que traen sus obras para exponer junto a sus alumnas en este Atelier-colmena.
2008
Virginia me explica:
“Acá somos cuatro socias: En lugar de Julio Scottini (que falleció ), entró Andrea Gelsi, que es una psicóloga de Montevideo, que viene todos los martes a la mañana a pintar. Patricia Gancedo, Dina Vicente y yo. Estamos preparando una Muestra para Buenos Aires, en el Centro Cultural Borges. … EXPO-ARTISTAS 2008, se llama, que será en la primer semana de diciembre. […] La entrada será libre, hacen un catálogo importante, será una semana que vamos a estar allí y recogeremos las críticas especializadas que deseamos.”
Acá dejo seguir trabajando a esta artista-docente que siempre nos recibe para entregarnos su cultura a raudales, su simpatía y generosidad sin límites.